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Tengo ganas de contarte...

Wednesday, June 06, 2007

El placer del principio

Photo Christy Lee Mock

La primera mirada, el primer verso.
La primera llamada, el primer cuerpo.
La primera mañana, el primer recuerdo.
La primera barca, el primer puerto.

La primera partida, el primer peso.
El primer acorde, el primer lecho.
La primera noche, el primer pecho.
Su primera sonrisa, mi primer sueño.

Wednesday, May 23, 2007

ULISES

"En el desierto siempre se está en el medio." -Borges

Te nos perdiste de vista.

Sólo encontramos tus tejidos y tus síntomas

Pero sabíamos que estabas por ahí, que tan solo habías salido
a visitar algún mundo en busca de nuevas imágenes

Te nos perdiste, e inutilmente te buscamos entre los túneles umbríos
de Maldoror y entre los suaves caminos del viento

Tus padres salieron en tu búsqueda
Guiados por una profunda misericordia invadieron tus espacios
Tus amigos tu memoria

Gente extraña te lavaba y te limpiaba
Conectaban tubos y cables a tus órganos y a tu cerebro
buscándo inútiles un centro donde ubicarte

Pero saliste cuando quisiste y de donde menos te esperábamos
Saliste de un poema, iluminado, como caminando dulcemente hacia afuera de una cueva.

Monday, May 07, 2007

Nanny soñaba con serpientes

—Sueño con serpientes, Reinaldo. Están colgadas del techo en una habitación amplia y oscura y yo camino entre ellas; asustada las evito mientras se mueven amenazantes. He soñado con ellas por mucho tiempo.

El día que conocí a Nanny me sorprendieron su pelo largo y su pose digna. Su mirada emanaba una sexualidad recóndita. Había mucho de impenetrable en ella, y yo, inquieto, trataba de fisgonear en lo que me parecían sus indescifrables signos. Nanny tenía un humor trágico, como aquella tarde en Santiago, antes de huir por la ventana, cuando puso a sonar la Internacional a todo volumen. Todo en ella era soledad; era una soledad con imágenes de las selvas del Paraguay, de las playas de Recife, de la carcel, de la muerte. Yo simpatizaba con ellas desde mi soledad pequeña, conformada por mi imposibilidad de escribir, mi imposibilidad de componer y mi imposibilidad de amar.

—¡Creo que hay un ratón muerto en la heladera! —me dijo inquieta un día desde el teléfono de su casa.
—¿Creés que podés venir y sacarlo? ¡Me muero del asco! —Diez minutos mas tarde abría yo la puerta de la nevera; ella, a unos cinco pasos, me miraba inquieta y con ojos de alumbrada.
—¡Sniff, sniff... ¿tuviste invitados anoche? Creo que es queso francés —le dije mientras sacaba lo que iba a ser mi cena esa noche. El suceso se convirtió en el mejor chiste de su círculo íntimo de amigos, aparte del día en que la llamé hablando como el pato Donald y ella, incrédula, no se atrevía a colgar.

Nanny cantaba con una voz desgarradora y amable al mismo tiempo. Se auto denominaba cantora, y no cantante, para anular cualquier posibilidad de identificación con la canción protesta y el lirismo sentimental de la canción popular. La protesta, decía, está inevitablemente arraigada en cada linea de la poesía.
—¡Me importa un carajo lo que diga la gente —me respondió un día.
—¡Por supuésto que no soy músico, soy un trovador!

Un buén día nos separamos. Yo tomé el camino de la mística; ella configuraba su propio grupo de cantores. Amable me justificaba mis cambios, mi propia búsqueda musical y poética. Los acordes de mi guitarra comenzaban a producir sonidos extraños a la tierra mojada, a las hojas, al continente, y ella, compasiva, trataba de entenderlos como a una lengua extraña. Nos abrazamos con un beso lleno de respeto y de mutua admiración.
Un día salió a beber con sus pesadillas. Terminó encantando a las serpientes.

-A Nanny Barrett

Christy y la Luz


Fotografía: Christy Mock, 2001

Christy y la luz se entienden. Son amantes la una de la otra concatenándose en un momento de comunión íntimo, silencioso.

Monday, April 16, 2007

CARO LA HAS DE PAGAR

Sólo deseo que un tren te espaturre el craneo y que tus huesos sean devorados por los perro sarnosos; que algún pelotón de fusilamiento, después de empujarte contra el paredón por tus odiosas ideas de pseudo izquierdista, te parta el corazón en mil pedazos; que algún piano escapado de las cuerdas de sus torpes transportadores se te vaya encima y que la única música que oigas sea la del bronce en el momento en que te destripa el cuerpo. Sólo te deseo, hijo de puta, que si encuentras mujer, la descubras, después de un largo viaje, en horrenda orgía con tus peores enemigos sorprendida y encantada porque llegaste muy temprano. Sólo te deseo, maricón, que tus pies descalzos se te pudran despues de que hayas caminado día y noche sin descanso, buscando inutilmente refugio porque, después de que te di refugio, y te cuidé tus heridas, y te dí de comer, y cobija y tanto amor, te fuiste, malagradecido, y te llevaste mi tebeo de Mortadelo y Filemón.

Wednesday, April 11, 2007

Al Viajero

Daniel nuestro de todos los días.
Venga a nosotros tu hermosura de amante,
de hijo, de hermano.

De tu cerebro denso y de tu cuerpo eléctrico
que lucha inquieto por volver a ver la luz de lo incierto
y de lo cambiante.

Hágase tu voluntad aquí,
en la tierra de los pájaros, las hormigas y los peces,
que cantan tu inocencia y tu nombre, diluido
entre los nombres de los hijos de otros padres.

Daniel nuestro de cada segundo que nos enseñas
sin descanso a soñar,
impóngase tu voluntad de retorno eterno
y lenguaje lejano de símbolos creadores.

¡Devuélvete!

Con tus tentaciones y flores malignas.

Para que, extendidos los millones de brazos de tu reino,
sigas brillando, galaxia de misterios.

Para seguir contemplándote!